El pasado 11 de julio, Microsoft presentó al público una de sus reorganizaciones internas más importantes en la historia de la compañía. En la carta que Ballmer envió a sus empleados explicando los principales cambios, el CEO de Microsoft aseguraba que el “hacer un mundo mejor para la gente y los negocios” era lo que le hacía “ir al trabajo motivado cada día”. Poco más de un mes después, y sin ningún tipo de aviso, Steve Ballmer ha anunciado su retirada al frente de Microsoft.
¿Qué ha pasado en estas semanas para que, a pesar de estar entusiasmado por los cambios en la compañía, Ballmer haya decidido dejar su puesto? ¿Ha sido iniciativa propia o algo impuestodesde más arriba? La versión oficial la conocemos todos, pero desde algunos medios y analistas expertos en el sector se apunta a que la decisión podría no haber sido suya o que podría haberse visto obligado a tomarla como respuesta a recientes acontecimientos.
Los indicios de que “podría haber algo”
Si echamos un vistazo a la carta de despedida de Ballmer, hay una frase que llama bastante la atención:
“La fecha que tenía en mente originalmente habría hecho que mi retirada tuviese lugar en el transcurso de nuestra transformación a una compañía de dispositivos y servicios […] Esta es una cosa muy emocional y muy difícil para mí. Tomo esta decisión en el mejor interés de la compañía a la que amo, es la cosa fuera de familia y amigos cercanos que más me importa”
En una entrevista que el por ahora CEO de Microsoft ha concedido a Zdnet, da más detalles sobre cómo tomó la decisión. “He pensado sobre ello durante mucho tiempo, pero el momento adecuado se hizo más claro para mí durante el curso de los últimos meses”. Respecto a cuándo terminó de decidirse de manera definitiva, Ballmer dice que “Oficialmente, hace uno o dos días”.
Son varios los analistas que coinciden en que el timing elegido por Ballmer para